2009, El peor año de la EPA
Según la Encuesta de Población Activa (EPA), en el cuarto trimestre de 2009, el empleo, en relación con el trimestre precedente ha disminuido en 224.200 personas. Este descenso, que se ha compensado ligeramente con la reducción de la población activa en 21.000 personas, ha provocado un incremento intertrimestral de la población parada de 203.200. Estos datos, si se corrigen de las variaciones estacionales, se convierten en un descenso del empleo de 66.700 personas y en un aumento del paro de 49.900 personas, variaciones que son menos negativas que las que se venían produciendo desde el segundo trimestre de 2008 en el caso del empleo y desde el tercer trimestre de 2007 en el del paro.
En términos de variaciones interanuales, la población activa sufre un descenso del 0,4%, cuando seguía aumentando en los trimestres anteriores; el empleo se reduce el 6,1%, lo que supone una desaceleración de 1,2 puntos respecto del período anterior, aunque el descenso es más del doble que el de un año antes; y el paro crece el 34,9%, lo que también supone una importante desaceleración en relación con los trimestres precedentes. Aun así, la situación es enormemente negativa, pues en relación con un año antes el empleo ha disminuido en más de un millón doscientas mil personas y el paro ha aumentado en casi un millón doscientas mil personas.
Y eso ocurre porque los negativos datos del cuarto trimestre de 2009 se acumulan a los desfavorables resultados de los tres trimestres anteriores, especialmente el primero, el más negativo en cuando a la evolución del empleo y el paro de la serie histórica de la EPA. Ello ha provocado que 2009 sea el peor año en cuanto al descenso del empleo y aumento del paro de la EPA, creada en 1964.
En efecto, en 2009 la población ocupada ha disminuido en casi un millón cuatrocientos mil (1.369.700), el -6,8%, cuando el mayor descenso anterior se había producido en 1993 (-528.500 miles, el -4,1%), y la población parada ha aumentado en casi un millón seiscientos mil (1.558.900), el 60,2%, cuando el peor año anterior había sido 2008 (756.700 parados más, el 41,3%).
En cuanto al empleo, el fuerte descenso de 2009 se añade al que se venía produciendo desde el tercer trimestre de 2008, de forma que, desde entonces, ha disminuido en casi un millón ochocientos mil personas, lo que supone una reducción acumulada en ocho trimestres del 8,2%. Centrando el análisis en el conjunto de 2009, y realizándolo en términos relativos, la disminución del empleo es superior en los hombres (-9,2%) que en las mujeres (-3,5%) y en los extranjeros (-10,1%) que en los nacionales (-6,2%), y, aunque el descenso del empleo se ha generalizado a los cuatro grandes sectores de actividad, éste es significativamente intenso en la construcción (-23%) y en la industria (-13,3%). En todos los casos, tanto por sexo como por sectores (con la única excepción de la agricultura), los descensos del empleo son más acusados que los del año anterior.
Por situación profesional, el descenso es más intenso en los no asalariados (-10,3%) que en los asalariados (-6%) y, dentro de éstos, la disminución del empleo es mucho mayor en los que tienen contrato temporal (-18,4%) que en los que lo tienen indefinido (-0,9%), lo que es sintomático no sólo de la importancia de la destrucción del empleo en la construcción sino también de la relevancia que para la flexibilidad laboral de las empresas españolas tiene la elevada temporalidad de la contratación.
Ahora bien, el mayor descenso del empleo temporal entre los asalariados explica una reducción de la tasa de temporalidad (porcentaje de asalariados con contrato temporal) hasta situarse en el cuarto trimestre de 2009 en el 25,1%, 2,8 puntos menos que el año anterior y la más baja desde el segundo trimestre de 1989.
En consonancia con la negativa evolución del empleo, la población activa aumenta en 2009 muy ligeramente (el 0,8%), muy por debajo que en los años anteriores (en torno o por encima del 3%) y, además, con aumentos interanuales a lo largo del año cada vez menores, hasta convertirse en negativo (-0,4%) en el cuarto trimestre. Por sexo, en el conjunto de 2009 contrasta el aumento en las mujeres (2,9%), aunque menos que en años anteriores, con el descenso en los hombres (-0,7%), mientras que por nacionalidades el crecimiento es mayor en los extranjeros (3,6%) que en los nacionales (0,3%), aunque ya en el cuarto trimestre el descenso interanual es mayor en los primeros (-1,2%) que en los segundos (-0,3%).
El aumento del paro se inició un año antes que el descenso del empleo, en el tercer trimestre de 2007, incrementándose desde entonces en casi dos millones seiscientos mil, un 145,8% de aumento acumulado, hasta situarse en el cuarto trimestre de 2009 en 4.326.500 parados, lo que representa una tasa de paro del 18,8%, la más alta desde el segundo trimestre de 1998, 4,9 puntos más que un año antes y 8,2 puntos más, casi el doble, que dos años antes.
El incremento del paro en 2009 es más acusado en los hombres (74,8%) que en las mujeres (45,2%), en los extranjeros (68%) que en los nacionales (57,7%) y, dentro de los sectores, destaca el incremento en la industria (71,9%), seguido de la construcción (58%), aunque también en la agricultura y los servicios el incremento se sitúa en torno al 50%. En cuanto a las tasas de paro, en el cuarto trimestre de 2009 es ligeramente más elevada la de las mujeres (19,1%) que la de los hombres (18,6%) y bastante mayor la de los extranjeros (29,7%) que la de los nativos (16,8%), destacando por edades la del grupo de menores de 25 años, con casi el 40%, el 39,1%.
Por último, el porcentaje de parados de larga duración (que llevan buscando empleo, al menos un año), que en los cuartos trimestres de 2007 y 2008 representaban el 22,7% y el 21,4, respectivamente, supera en el cuarto trimestre de 2009 el 30% (el 34,5%).