Los salarios en 2009

Last Updated: April 1, 2010By

En 2009 el aumento salarial pactado en el conjunto de los convenios colectivos ha sido el 2,4%, 1,2 puntos porcentuales menos que en 2008 y 1,8 puntos menos que en 2007. Este incremento del 2,4% es el más bajo desde la aprobación del Estatuto de los Trabajadores en 1980 y es coherente con el mínimo desde 1961 del incremento interanual del IPC en diciembre de cada año que se alcanza en 2009, con el 0,8 % . Como consecuencia del menor avance del IPC se produce un aumento en el poder adquisitivo de los salarios pactados del 1,6%.

Este aumento del poder adquisitivo de los salarios pactados, que puede haber frenado de algún modo el retroceso del consumo privado, no absorbe todo el avance de la productividad por ocupado, que, según la Contabilidad Nacional, ascendió en 2009 al 3,3%, aumento que se produce, en gran medida, como consecuencia del fuerte ajuste en el empleo. En cualquier caso, el mayor crecimiento de los salarios pactados que del IPC puede deberse, entre otros factores, a la inercia de la negociación colectiva que provoca la importancia creciente de los convenios plurianuales, casi las dos terceras partes de los vigentes en el año, y a la inexistencia en un año de caída de la inflación de una auténtica previsión de esa variable fuera del objetivo del Banco Central Europeo para el conjunto de la zona del euro, inmutable desde 2000 en el 2%.

Precisamente, la inexistencia de una previsión oficial de la inflación adecuada a la evolución de la economía española, después de situarse el aumento del IPC en 2008 (el 1,4% en diciembre) por debajo del objetivo del 2% y el convencimiento generalizado, desde el inicio del año, de que el crecimiento de los precios en 2009 se situaría también por debajo de ese porcentaje, provocó importantes conflictos entre las organizaciones empresariales y las sindicales sobre los crecimientos salariales a acordar en las convenios colectivos, lo que hizo que, por primera vez desde 2002, no se suscribiera un Acuerdo Interconfederal para la Negociación Colectiva (ANC).

En 2009 como en 2008, al producirse una inflación final inferior al objetivo o previsión de la inflación, el incremento final de los salarios pactados coincidió con el incremento inicialmente pactado, ya que el impacto de las cláusulas de garantía o salvaguarda salarial fue nulo, es decir, no se aplicaron, algo que no ocurría desde 1998. En los años anteriores, desde 1999 y hasta 2007 inclusive, se habían producido desviaciones positivas entre la inflación final y la prevista y el impacto de las cláusulas de salvaguarda había sido positivo. Concretamente, en 2007 la incidencia de esas cláusulas ascendió a 1,1 puntos porcentuales, la más elevada, junto a 1989, desde inicios de la década de los ochenta del siglo pasado.

Si, en vez del incremento salarial pactado en los convenios colectivos, se utiliza el incremento del coste salarial por trabajador (equivalente al salario bruto percibido por cada trabajador) estimado por la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL), elaborada por el INE, ese incremento ascendió en 2009 al 3,2% (al 2,7% en el cuarto trimestre del año). El avance en el promedio de 2009 fue 1,9 puntos menos que el correspondiente a 2008 (5,1%) y ocho décimas menos que el de 2007 (4%). Aun así, el incremento del poder adquisitivo del salario bruto por trabajador fue el 3,6% en 2008 y el 2,4% en 2009.

A eso se añade que el avance del coste salarial por trabajador superó tanto en 2008 como en 2009 al de los salarios pactados en los convenios colectivos en 1,5 puntos en el primer año y en ocho décimas en el segundo, lo que supondría la existencia de derivas salariales positivas (estimadas por las diferencias de las variaciones entre el salario bruto por trabajador y el salario medio pactado), al contrario de lo que había ocurrido en casi todos los años transcurridos desde 1998, en los que las derivas fueron negativas.

La unión de los dos hechos, el aumento del salario real y la existencia de derivas salariales positivas en 2008 y 2009, se ha interpretado por muchos analistas como una falta de flexibilidad (adaptación) de los salarios a la situación de la economía.

Ahora bien, habría que tener en cuenta que en 2008 parte del incremento salarial del 5,1% se explicaría por la revisión de los salarios del año anterior, de 2007, ya que el impacto de las cláusulas de salvaguarda salarial de ese año, que se cobraron a principios de 2008, ascendió a 1,1 puntos porcentuales. Por lo que si el aumento del salario de ese año, el 5,1%, se corrige excluyendo la revisión salarial del año anterior, el incremento salarial del año se reduciría al 4%.

Además, el aumento del coste salarial por trabajador de 2008 y 2009 se ve afectado por el efecto composición que se produce en esos dos años al alterarse la estructura del empleo, y que, al contrario de lo que ocurrió en los años anteriores de expansión económica, supuso el aumento del peso relativo en el empleo de colectivos con salario superior al medio, como consecuencia de que el descenso del empleo de esos dos últimos años se concentró en trabajadores con salarios inferiores a la media, como inmigrantes, del sector de la construcción y/o con contratos temporales.

Si nos limitarnos a la problemática de la temporalidad, teniendo en cuenta que en 2008 y 2009 el empleo asalariado indefinido aumentó en el primer año el 3% y descendió en el segundo el 0,9% y que el empleo asalariado temporal disminuyó el 8% y el 18,4%, respectivamente, en el primer y el segundo año, la tasa de temporalidad se redujo en 2008 en 2,5 puntos (del 31,7% al 29,2%) y en 2009 en 3,8 puntos (del 29,2 % al 25,4%).Teniendo en cuenta que, según la Encuesta de Estructura Salarial de 2007, el coste salarial por trabajador de los asalariados temporales es el 68,6% de los asalariados indefinidos, un 31,4% menos, la reducción de la tasa de temporalidad explicaría que se elevara el salario medio de los trabajadores y que, como consecuencia de ello, se produjera un sesgo al alza del incremento del coste salarial por trabajador de nueve décimas en 2008 y de 1,3 puntos en 2009.

Si se eliminara esa parte del incremento salarial, el debido al efecto de composición explicado exclusivamente por la reducción de la temporalidad, el aumento de 2008 (excluido también el impacto de la revisión salarial de 2007) se limitaría al 3,1% y el de 2009 al 1,9%, ambos muy inferiores al incremento salarial pactado en los convenios colectivos, el 3,6% en 2008 y el 2,4% en 2009, lo que, en todo caso, supone un proceso de adaptación creciente a la situación económica, que se hace más patente con el incremento pactado en 2010, el 1,4%, según los datos de los convenios registrados hasta el 31de marzo de este año, tasa igual a la anticipada por el INE para la inflación del mes de diciembre.

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