La negociación colectiva y los salarios en 2008
Con datos de los convenios registrados hasta el 28 de febrero de 2009, el número de convenios con efectos económicos en 2008 es de casi cinco mil, que cubrirían a algo más de un millón doscientas mil empresas y nueve millones setecientos mil trabajadores. Estos datos, todavía provisionales, ya que no se convertirán en definitivos hasta que se publiquen los de los convenios registrados hasta el 31 de mayo de 2010, son muy inferiores a los correspondientes a los datos definitivos de 2006 y a los más avanzados de 2007, que se acercan a los seis mil convenios y afectan a, alrededor, de un millón cuatrocientos mil empresas y once millones trescientos mil trabajadores.
Con estas cifras provisionales, la mayoría de los convenios, el 71,8%, proceden de revisiones de convenios de vigencia plurianual firmados en años anteriores, siendo únicamente el resto, el 28,2%, convenios nuevos que inician sus efectos en 2008. Estos convenios revisados abarcarían al 70,9% y 74,1% de empresas y trabajadores, respectivamente, sobre el total de los cubiertos por convenios con efectos económicos en 2008.
En cuanto a la estructura de la negociación colectiva, en 2008 se mantienen los rasgos de años anteriores, lo que supone que la gran mayoría de los convenios, las tres cuartas partes, son convenios de empresa, aunque abarcan a una parte insignificante de las empresas con convenio, el 0,3%, y a un porcentaje reducido de trabajadores, menos del 11% de los que tienen convenio. Del resto de los convenios, sectoriales, salvo los de los de grupo de empresa que tienen muy escasa incidencia en la negociación colectiva española, destacan, en cuanto a los trabajadores cubiertos, los provinciales, con más de la mitad de los que tienen convenio colectivo, seguidos de los nacionales, con casi el 30%, y los autonómicos, con menos del 10%.
Por su parte, el incremento salarial finalmente pactado en la negociación colectiva en 2008 asciende al 3,6%, incremento que en este año es el mismo que el pactado inicialmente, antes de conocerse la inflación del año. En cuanto al incremento salarial inicialmente pactado, el de 2008 es el más elevado desde 1997, en gran medida, como consecuencia del repunte de la inflación que se produjo desde septiembre de 2007 hasta julio de 2008, y en lo que respecta al incremento salarial finalmente pactado, y debido a la inaplicación de las cláusulas de revisión salarial en 2008, es el más bajo desde 2000, con las excepciones de 2004 y 2006, años en los que el citado incremento también fue el 3,6%.
Esta última cuestión, la no aplicación de las cláusulas de salvaguarda salarial, es fruto de que la inflación final, medida por el incremento del IPC de diciembre de 2008 respecto del mismo mes de 2007, el 1,4%, fue inferior, por primera vez desde 1999, a la inflación prevista, el 2%, lo que provocó que el impacto de dichas cláusulas fuese nulo, al contrario de lo ocurrido en años anteriores, especialmente en 2007, año en el que el impacto ascendió a 1,1 puntos porcentuales, el más alto de toda la serie iniciada en 1984, con la única excepción de 1989.
En lo que respecta al incremento salarial pactado, según el ámbito funcional de los convenios, como ha venido ocurriendo históricamente con muy pocas excepciones, éste es inferior en los convenios de empresa, el 3,2%, que en los convenios de ámbito superior, el 3,6%, destacando, dentro de estos últimos, el incremento salarial de los convenios provinciales, el 3,9%.
Este menor crecimiento salarial pactado en los convenios de empresa, más que deberse a las posibles “bondades” de este tipo de convenios, en concreto su carácter menos inflacionista, puede deberse a razones menos prosaicas, entre las que destacan el mayor tamaño de las empresas con convenio propio, en torno a 300 trabajadores, que el de las empresas con convenio sectorial, de apenas 7 trabajadores, ya que el salario por trabajador de las empresas de mayor tamaño es muy superior al de las empresas de menor tamaño. Esta razón, junto a la estrategia sindical en muchas ocasiones de reducir las diferencias salariales, explicaría el mayor crecimiento salarial acordado en los convenios sectoriales que en los de empresa.
Pero, además, existen otras razones que explicarían también esas diferencias en los crecimientos salariales pactados, como que los convenios de las empresas públicas y Administraciones públicas, incluidos entre los convenios de empresa, siguen más estrictamente que el resto de los convenios las previsiones del Gobierno sobre la inflación; que los convenios de las grandes empresas acuerdan, en mayor medida que otros convenios, complementos de prestaciones sociales que pueden contrarrestar los menores crecimientos salariales pactados; y que esas grandes empresas pueden acordar para algunos trabajadores incrementos y complementos salariales adicionales a los pactados en su convenio.
Por último, sorprende la diferencia entre el crecimiento salarial pactado en 2008, el 3,6%, y el avance de los salarios brutos percibidos por los trabajadores que, según la Encuesta Trimestral de Coste Laboral del INE de los tres primeros trimestres del año, asciende al 5,2%. Este mayor aumento del salario bruto percibido por trabajador puede deberse a dos causas: la primera, que incluye la revisión salarial de 2007 percibida por los trabajadores en 2008 y que, como se ha señalado, fue la más alta de la serie histórica; y, la segunda, que en 2008 el descenso del empleo se concentró en los trabajadores temporales con salarios medios inferiores a los indefinidos, lo que impulsa al alza tanto al salario medio como a su incremento.